Estás estrenando año. Tal vez ya bajaste las revoluciones de la despedida del 2017 o es probable, que todavía te cueste asimilar que necesitás una nueva agenda. ¡Wow! ¡Sí que pasó rápido! Cada año tiene lo suyo, deja muchas cosas interesantes, algunas tal vez las sigas procesando… vivencias, recuerdos, malos momentos también y, ojalá, en tu lista también esté alguna meta alcanzada.

Ya es un nuevo día y hay todo un año por delante. Dependerá de tus decisiones y tus pasos lo que resulte de él. Pero ¡ánimo! No estás solo. Es aliviante tener a alguien en quien confiar, a quien abrirle tu corazón con sinceridad o simplemente, alguien que te saque una sonrisa en los momentos más difíciles. Claro que no existen amistades perfectas, la verdad es que todos fallamos y, a veces, eso duele más de la cuenta… pero siempre es bueno (y más ahora que recién arranca el año) parar la pelota, sentarse sólo a mirar el mar, tomarse un mate en el balcón o salir a caminar por alguna plaza y, entre tantas cosas, reflexionar sobre nuestras amistades. ¡Sí! Esas que tanto valoramos y disfrutamos. Es un buen ejercicio, pero te propongo ir más allá.

Hoy en día, se habla mucho de “relaciones tóxicas” y de cómo buscar la forma de alejarnos un poco de esos vínculos que nos opacan. En general, la mirada está puesta en el otro, pero… ¿te preguntaste si estás siendo tóxico para alguien? Todos cargamos con diferentes cosas, miedos, inseguridades, incertidumbres, fracasos, etc., y yo me pregunto si eso afecta nuestras amistades. Nos preocupamos más en qué recibimos (y qué no) que en qué damos. Sería interesante que cambiemos el enfoque y veamos qué está saliendo de nosotros, bueno o malo, y cómo podemos ser cada día un poquito mejor. Va a ser bueno para vos y para los que caminen cerca tuyo.

¡Que tengas un gran año!

belen.romera@sdrlive.com.ar

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