Dependemos del amor para realizar nuestras vidas y elegir a la gente que queremos que esté a nuestro lado. No hablo solamente del amor entre una pareja, si no de ese amor entre amigos, entre hermanos, entre padres e hijos.

El amor es el motor que impulsa nuestra existencia. Imaginemos un humano sin ese atributo… sería un robot, un autómata, sería como una de las máquinas que estamos acostumbrados a usar. Ellas nos ayudan en los que quehaceres diarios como nuestro auto, la máquina de cortar el césped, o como cualquier electrodoméstico, pero… esas máquinas no nos dan afecto, sólo nos ayudan a realizar una labor específica. Mi auto no me da las gracias o un abrazo cuando le cambio el aceite, él sólo hace la tarea para la cual fue diseñado.

Así seríamos nosotros sin el amor, simples autómatas, desconsiderados y fríos. El amor es lo más hermoso que un ser humano puede brindar a sus pares.

El amor es la virtud que Dios nos dio para parecernos alguien, específicamente para parecernos a Él un poquito más cada día.

Damián Diapico.
damian.diapico@sdrlive.com.ar

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